
Los beneficios de practicar Baby-led Weaning
Convertir la hora de la comida en un tiempo para aprender y experimentar alrededor de la mesa en familia aporta destacados beneficios en el bebé.
Saber qué se llevan a la boca, examinar nuevas texturas, diferenciar sus gustos y autorregular las cantidades que desean, son algunos de los nuevos conocimientos que irá adquiriendo al aprender a comer solo. Los padres debemos iniciarles en la alimentación complementaria, respetando siempre sus propios tiempos de aprendizaje, uno de los puntales del método Baby-led Weaning.
Qué descubren con el baby-led waning
– Diversión y naturalidad: si le cedemos el mando al bebé y ponemos a su alcance todo lo necesario para que disfrute comiendo, nos aseguramos que tenga ganas de que llegue la hora de comer y goce haciendo cosas por él mismo. Explorar usando sus propias manos les ayuda a desarrollar el instinto de comer.
– Aprender a comer solos y sobre los alimentos: cuando le damos un puré a nuestros hijos debemos ser conscientes de que no es lo mismo asimilar todos los sabores ya mezclados que hacerlo individualmente. El olor, la forma, la textura y el sabor de cada alimento en solitario le dará un empuje para profundizar en sus gustos personales y hacer las combinaciones que más le gusten.
– Baby-led Weaning permite ganar seguridad en uno mismo: si facilitamos que el bebé haga las cosas a su modo ponemos a su alcance adquirir los conocimientos necesarios para desarrollar confianza y seguridad en sí mismo.
Al coger un trozo de comida y llevarlo a la boca está obteniendo una gratificación a su esfuerzo, cuando ha probado un amplio abanico de sabores decide qué le proporciona mayor placer por lo que su capacidad de criterio está en constante funcionamiento.
– Adquirir hábitos saludables: si ofrecemos alimentos saludables, ricos en hierro y/o vitaminas, estamos orientando al bebé a que se habitúe a la comida saludable. En un futuro será capaz de elegir esos alimentos que sabe que le gustan y con los que disfruta comiendo frente a otros que no le aporten tantos nutrientes.
El autorregularse cantidades hasta que esté saciado consigue que las posibilidades de que coma demasiado se reduzcan drásticamente y eso es fundamental a la hora de prevenir la obesidad infantil.
Nunca debemos obligarles a comer y sí acatar la decisión de no seguir ingiriendo más cantidad, de nada puede servir a ninguna de las dos partes pasar un mal rato y convertir la positiva experiencia de comer en algo con connotaciones negativas.