Hasta aquí con tu creencia de que ser vegano está reñido con ser un atleta de éxito.
Muchos han sido los atletas que en los últimos años han cambiado su habitual régimen por uno más respetuoso, tanto con la naturaleza como con sus propios cuerpos, sin que por ello fracasen en sus carreras. La clave fundamental, por otra parte, parece radicar en el equilibrio entre carbohidratos, grasas y proteínas.
Sí, somos lo que comemos
Existe un dicho muy común que afirma que somos lo que comemos, una frase que se convierte en dogma cuando nos referimos a atletas de competición que al adquirir el compromiso de prescindir, dentro de su dieta, de proteínas de origen animal, rechazan no solo la principal fuente natural para el desarrollo muscular, sino además, y a priori, una importante fuente de recursos energéticos vitales a la hora de recuperarse tras un intenso y extraordinario esfuerzo físico.
Estudios llevados a cabo recientemente en el seno de prestigiosas universidades y publicaciones demuestran que una dieta vegana, bien estructurada y planificada, es capaz de lograr resultados similares, cuando no superiores, a otra que incluya carne, huevos y lácteos. Es decir, que ser omnívoro no significa estar más preparado para el éxito deportivo. El atleta vegano, eso sí, debe cuidarse de proveer a su cuerpo de los aminoácidos, vitaminas y nutrientes necesarios que llegarían a su organismo a través de un régimen alimenticio ordinario.
La dieta vegana no está reñida con éxitos profesionales
Con todo lo expuesto hasta ahora, y resaltando una vez más que una buena dieta no es suficiente para alcanzar los objetivos deseados, sino que ha de ser acompañada de esfuerzo, dedicación y perseverancia, tanto en el entrenamiento como en la competición, es necesario destacar que muchos deportistas, veganos o vegetarianos de cualquier tipo, han brillado al más alto nivel y en diferentes disciplinas.
Un claro ejemplo lo encontramos en Alberto Peláez, corredor de larga distancia y ganador de varios ultramaratones, carreras a pie de más de 100 km por terrenos montañosos. No hace mucho relataba para eldiario.es sus experiencias como atleta vegano: “Sentía más energía, era más constante, las recuperaciones de entrenamientos agónicos eran mas rápidas. […] Mi masa muscular era la misma, pero alcancé fácilmente mi peso de competición”
La británica y vegetariana Lizzie Armitstead se proclamó subcampeona de ciclismo en ruta en Londres 2012. Y, por último, no podemos olvidar el caso más famoso, el de Carl Lewis, quien logró su marca más famosa en los 100 metros tras un año de dieta vegetariana.